PAULA,
o un mundo nuevo
Paula
cumple hoy un mes de vida. Llegó con el Solsticio de invierno; de la mano del
Sol que, ese día, cumplía con su destino de ser el eterno anunciador de que
Dios habita en el corazón de los hombres y que, éstos, están llamados a
descubrirlo y a sentirlo, provocando en ellos mismos un cambio sólo comparable
a un “volver a nacer”, o resucitar. Nuestros antepasados, que así lo intuyeron,
asociaron esa experiencia humana al nacimiento de un niño divino, un Niño-Dios,
y lo relacionaron con un acontecimiento cósmico llamado Solsticio, porque en
ese momento la Luz vinculada al Sol, comienza a superar a la oscuridad de las
noches invernales.
Paula
nació con ese Sol que sustenta a la hermosa metáfora que alude al porvenir de la
raza humana en la Tierra, y con su venida sentimos que alguien ha llamado a
nuestra puerta para recordarnos, no sólo el destino que nos aguarda, sino
cuánto queda por hacer para que lo anunciado se haga realidad. Paula nos llena de alegría porque en ella la metáfora
trasciende su simbolismo y se hace humana. Pero también nos recuerda que el
milagro descansa en nuestros actos, que el “mundo nuevo” anunciado acompaña al
“hombre nuevo” y, que si éste no nace, tampoco lo hará aquél.
Paula
es mi nieta. Una preciosa criatura, un ser individual maravilloso capaz de
despertar en mí recuerdos y sentimientos profundamente guardados. Pero Paula es
también un colectivo, una suma de voluntades que han decidido descender al
mundo de los humanos en este momento crucial para traer la Luz, para ser “la
lámpara encendida que se coloca en el lugar más alto de la casa con objeto de
que ilumine a cuantos habitan en ella”. Sí, Paula es también un colectivo, un
“todos en uno” que aglutina a todos los niños venidos al mundo, pues todos
comparten la misma función e idéntico propósito: ser el estímulo que nos ponga
en acción a quienes vinimos antes, atraídos precisamente por la idea de un
mundo nuevo “donde no haya más llanto, ni fatiga, ni dolor ni muerte, porque el
mundo viejo ha pasado”.
Cualquiera
que sea su nombre y esté donde esté, en la familia humana ha nacido una Paula,
que es Luz en el mundo.
Félix
Gracia
¡Gracias Felix! Y mis mejores deseos para esa "nueva" vida, que seguro que de nueva no tiene nada. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarMuchas Felicidades por la llegada de Paula, un abrazo.
ResponderEliminarCristina.
Me siento feliz por tener tus noticias, felicidades por esa criatura que se os ha sido dada, Paula es una bendicion de arriba.
ResponderEliminarFelicidades abuelo Felix, que disfrutes mucho de tu nietecita. Un abrazo
ResponderEliminarFelicidades por la llegada de paula. Un abrazo
ResponderEliminarFelicidades "flaco". Que con ella venga la renovación de la alianza y se produzca la esperada metanoia en nuestras mentes y corazones. Bendiciones
ResponderEliminarLo que escribes se auna en mi corazón que siente el nacimiento del pequeño Adrien en la misma sintonía de este mundo nuevo que nos muestra su rostro en la sonrisa de los pequeños.
ResponderEliminarEnhorabuena a toda la familia y mi abrazo. Pedro
Gracias Félix y enhorabuena a los papás, abuelos, tíos y a todos nosotros por lo que nos anuncia. Un beso muy grande. Flor
ResponderEliminarDesde Chile muchas felicitaciones, un abrazo grande y todas las bendiciones para Paula
ResponderEliminarPati Ilabaca
MUCHAS FELICIDADES A TODA LA FAMILIA, Y UN ESPECIAL SALUDO A LOS ABUELOS CARMEN Y FELIX.
ResponderEliminarUN ABRAZO A TODOS
MARI-CARMEN
DE SEVA, BARCELONA